martes, 21 de abril de 2009

VI Carrera Moraleja de Enmedio

El domingo nos tocaba carrera en Moraleja de Enmedio, son diez kilómetros en un recorrido mixto, asfalto y caminos de tierra. El sábado cayó todo el agua del mundo así que ya estaba pensando que el barro sería nuestro más fiel compañero. Decidí llevarme para la ocasión mis reebok, unas zapatillas más diésel que el que las porta, reconozco que las compré un día por su precio sin pensar en nada más y me han dado un resultado bárbaro.
Esta carrera es una de esas en las que se empeña Carlos que corramos, no le puedo estar diciendo "no" a todas y alguna me la tiene que colar.
En un principio hubiéramos estado más acompañados, pero las molestias de Beatriz y la prudencia del "grupo salvaje del zoco" nos dejaron solos ante los 10.000.
Claro que dejar solos a dos "cerebros" trae consigo por ejemplo no tener fotos de nuestra participación en la prueba.
La carrera empezaba a las 11:00 a las 09:15 había quedado en recoger al "Churri" en su casa, como siempre llegó tarde... Aún así a pesar de no saber muy bien cómo ir al pueblo en cuestión llegamos perfectamente y con tiempo de sobra para recoger los dorsales y los chips. Lo cerca que aparcamos de la salida-meta y el día tan bueno que hacía nos animo a usar el coche como ropero.
La carrera empieza y termina al lado del Polideportivo Municipal, es de esas que tienen pocos corredores, creo que como mucho 900 inscritos, a meta llegamos 618.
Comienza con una bajada que luego deberás subir, y así más bajando que subiendo llegas hasta casi el kilómetro tres, donde ya te desvían a un parque en el que los caminos de tierra y las subidas te acompañarán casi hasta el final de la prueba.
Había mucho barro como era de esperar, hasta ese punto del Parque íbamos el Churri y yo juntos, pero cuando empezaron las hostilidades en formato "cuestas mortales", mi ritmo fue algo mejor que el de Carlos y me distancié.
Para haber corrido el sábado las piernas me respondían a la perfección, ninguna molestia, ningún contratiempo... en fin la situación perfecta.
Pasamos el kilómetro cinco y ni visos de avituallamiento líquido, a lo mejor no dan pensé. Pero en el kilómetro siete y medio estaban repartiendo líquido elemento, esto para mi forma de ver las cosas es un error. El recorrido si sale un día caluroso de verdad es de los de deshidratación segura y el kilómetro siete hubiera sido demasiado lejano para la mayoría. Yo de hecho casi ni la probé, no me entraba bien.
Lo bueno de correr con el juguetito, es que me voy fijando en el ritmo que llevo y en la distancia recorrida. Esto me ayuda más de lo que nunca hubiera pensado, mentalmente saber que voy cómodo y que llevo un ritmo bueno dentro de mis expectativas me anima mucho. Sin saber el tiempo total que marca el cronómetro ya sé más o menos por dónde voy a terminar siguiendo así. Por eso cuando en el kilómetro ocho unos compañeros de Polan, decían que bajaban de 50' cuando les adelantaba sabía que iban muy desencaminados... no tenían mi juguetito.
Yo era consciente de que bajar de 50' con ese recorrido para mí era misión imposible, a Beatriz le dije el sábado que entre 50 y 55, no me equivocaba.
En algunos foros ya había leído que la gente hacía en esta carrera unos tres minutos más que la marca que podrían conseguir en otro diez mil.
Y yo no soy un máquina como esa gente, recordad que soy un corredor patata.
Los últimos trescientos metros de carrera cuesta arriba, son el resumen perfecto del recorrido, es durillo pero bonito y ese último esfuerzo de coronar a meta es genial, a mí al menos me gusta terminar hacia arriba, soy raro.
Una vez pasada la meta te dirigen al Polideportivo, unas sillas preparadas para que te sientes y te quites el chip, y te metes dentro de la pista, ahí dejas el chip, el dorsal para unos sorteos y te dan una bolsa con una camiseta técnica Joma, una botella de agua, fanta, un huesitos, polvorón, manzana, un gel de frío para las articulaciones... en fin muy completa.
Esperando a Carlos en la pista para quedarnos al sorteo, tuve un momentito de flojera, me senté y me zampé el huesitos que fue mano de santo.
Por fin llega Carlos, nuestros tiempos:
Abe:
Pto Gral: 406 (618) Cat: 159 (219) Tiempo ofi: 52'42" Tiempo neto: 52'02" Ritmo: 5'17"
Carlos:
Pto Gral: 489 (618) Cat: 185 (219) Tiempo ofi: 55'35" Tiempo neto: 54'55" Ritmo: 5'34"
Intercambiamos impresiones y nos disponemos a ver la entrega de trofeos y los sorteos, es ahí cuando me entero de su nombre...
Nani, un ángel con walki-talki que vi al llegar a meta, es algo de la organización o del ayuntamiento... que más da. Bueno ya sabéis que soy un romántico, en fin volví a enamorarme una vez más (y no será la última), ya se lo comenté a Carlos, me enamoré de su "inteligencia emocional", yo soy muy profundo para esto del amor...
Lo que más me molesto de no ganar nada en el sorteo, fue perderme la oportunidad de subir al estrado y darle dos besazos a pesar de que el premio me lo entregara el "jefe de protección civil", eso mismo lo hizo un afortunado y se lo dedicó a su gente... ¡suertudo!
Ahora llega el momento de la segunda ocurrencia de la organización, aparte de lo del agua, el sorteo de un "cochinillo vivo".
La verdad en el momento, yo con mi corazón rebosante de amor no pude discernir mucho sobre la legalidad o no de sortear animales vivos, por las palabras del "speaker" parecía una "tradición", no sé a mí con la distancia me parece algo poco normal. Reconozco que no vi sufrir a ese animal como en algún foro he leído, al menos no más de lo que pueda sufrir en la granja donde le ceben. Claro que traerlo en un saco y dárselo al "afortunado" en el mismo saco, no sé si es lo mejor para ese animal, no soy de campo y no sé como se hacen esas cosas.
Lo que sí sé, es que Moraleja de Enmedio está al lado de Fuenlabrada, tan cerca que podría ser un barrio y que los que corren en esa carrera son tan de pueblo en su mayoría como yo, ¿qué demonios hacemos con un cochinillo vivo?
Si fuera en la Bañeza lo tendría claro, iba a casa de los abuelos de Beatriz, pero la distancia a recorrer serían unos cientos de metros, pero si me toca aquí en Madrid a dónde me lo llevo, solo decir que para llegar a la carrera nos chupamos unos 40 kilómetros.
Creo que es una "tradición" que deberían desterrar, hay pueblos que tiraban cabras desde el campanario, hay que dejar algunas costumbres que
no parecen muy civilizadas hoy en día.
Un saludo.

4 comentarios:

Beatriz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Beatriz dijo...

Ay va, que me he borrado sin querer. Cosas del directo. Repito:
¡Menos mal Abe que no te tocó el cochinillo! Si a ti el que te gusta es el de Segovia y bien churruscadito...
Leyendo tu crónica dan ganas de participar en la próxima edición, cruzando los dedos para que no ser el afortunado en el sorteo del cochinillo.
Besitos.

Saturnino dijo...

Beatriz, mientras leía la entrada pensaba lo mismo que tú, ¿pobre cochinillo?, y el de Segovia que pasa que no lo vistes vivo, ese no te dió pena ¿eh?, que aún te chupas los dedos, jeje.
Para ser una carrera rompepiernas buen crono Abe, veo que la liebre esta preparada, ¡uf! otro animal, pobrecito.
Un saludo.

VICMAN dijo...

yo también disfruté del barro. Además debimos entrar casi juntos en meta (llegué el 410).
Buena crónica. La mía la puedes leer en fernandezalacarrera.blogspot.com

Ciao.

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